Lo mejor-cito de pueblo,
al rio, me lo lleve, yo,
era, un día de san Isidro,
bendito sea Dios
pensando, que era mozuelo,
y, él muy capullo,
tenía enamoradas,
a todas las de su pueblo.
Yo, al mejor-cito del pueblo,
al rio, me lo lleve,
entre juncos, y lirios
su perfume, lo exhalado, yo,
era, un día de san Isidro,
bendito sea Dios.
Ozú, decía, san Isidro,
y, santa Barbara tan bien,
pero que primor, es mi niño,
decía, la Inmaculada Concepción
es, él mejor-cito, del pueblo,
pero que dolor, que dolor.
Era, una tarde en la Atalaya,
su, puesta de sol, enamora él alma,
sombra, que das la noche,
en él valle, él verde olivar,
en él rio, los lirios de agua,
exhalando, su perfume de azahar.
Ozú, decía san Isidro,
al mejor-cito, del pueblo
al rio, se lo llevaron,
entre, juncos, y lirios de agua,
ahí, lo dejaron,
pensaba que era, mozuelo
y enamoraba, a todas de su pueblo.
Noche, que sombra das,
en el valle, él verde olivar,
y, los grillos, en coro le cantan,
a san Isidro labrador,
y, dicen, que primor
él mejo-cito del pueblo,
en él rio, se quedo.
María del Carmen Pallas Seijo