Mi almohada esta bien mullida,
donde reposa mi conciencia,
limpia y tranquila,
A, mi almohada,
unas veces le cuento mis penas,
oras veces le cuento mis alegrías,
y ella me responde,
duerme tranquila,
Duerme-te a la paz de Dios,
que, Dios sabe la conciencia
que él a ti te dio.
Por eso mi almohada esta,
bien mullida,
donde mi conciencia,
reposa tranquila.
María del Carmen Pallas Seijo