Eres mi luz de luna,
en mis días tristes,
eres, mi alegría, en mi atardecer,
eres, una mariposa blanca,
revoloteando en el estío de un amanecer.
Cuando te miro y te observo.
veo, mucha tristeza en tu ser,
que, pronto empiezas mi princesa,
en, tu vida ha padecer.
Eres mi luna,
eres mi sol,
eres, en mi vejez, el reverdecer,
cuanto yo daría mi Princesa,
por evitarte ese padecer,
Eres, mi luz de luna,
la que pone luz en mi vida,
en mis días tristes,
la ilusión que me trajiste,
Mi luz de luna.
María del Carmen Pallas Sejo