Entre lomas y veredas,
iba un día buscando setas,
me sorprendieron, nubarrones,
acompañados de tormenta,
Los pajaritos no cantaban,
ni le respondía los ruiseñores,
están buscando refugió,
entre los verdes pinares.
Por el bosque perdida,
bajo el espeso pinar,
las nubes me guiaban,
en tanto y tanto caminar.
Y los pajaritos, querían,
volar y no podían,
ya no cantan de tristeza,
esperando que pasase,
la terrible tormenta,
por lomas y veredas,
un día buscando setas.
María del Carmen Pallas Seijo.