Era él día uno de Abril,
Bungalow 605,
entre laguna, y campiña,
y margaritas del prado,
y, él trinar de los pajaritos,
y él cantar del viento
al oído acarician-dome.
Mi, familia y amigos, me vinieron a felicitar,
unos, bailaban sevillanas,
otros medía granaina,
y, otros la sardanas,
fue, él mejor día de mi vida.
Y, yo, aprovechando la ocasión,
un baile de muñeira, me provoco,
y, mientras entre lir...